El limón es una fruta tropical muy conocida en todo el mundo y la cual tiene muchos usos, principalmente los culinarios.
Los limones son refrescantes y ácidos, y son una fruta rica en vitamina C, la cual actúa como antiviral, antibacteriano, y ayuda a la digestión. Asimismo sirve para regular la presión sanguínea y protege contra parásitos y actúa como antidepresivo.
Esta fruta se puede dañar fácilmente, por lo que se recomienda congelarla. Se puede congelar el limón entero, así como el zumo del limón, y otras partes que se puedan utilizar, como la cáscara.
Los limones deben ser lavados antes de ser congelados, luego de esto se colocan en bolsas de congelación, bien sea enteros, rallados, en rodajas, zumo, etc.
La cáscara posee 5 y hasta 10 veces más vitaminas que el zumo del limón, por esta razón no debería ser desechada.
Después de leer ésta nota vas a querer congelar los limones el resto de tu vida?
¿A quién no le gusta el limón? Es una de las frutas más asombrosas ya que contienen algunos de los fitoquímicos naturales más potentes que se conocen como los cuales son antivirales, antifúngicos, antibacterianos, antineoplásicos y antimaláricos.
Otros de los beneficios de los limones es que son anticancerígenos, son capaces de ayudar a desintoxicar e incluso proporcionarle ayuda anti-microbiana– esto significa que pueden eliminar gusanos, parásitos, hongos y bacterias no deseadas. También se puede utilizar para luchar contra la depresión y el estrés.
Si te está preguntando cómo podrías comer la cáscara de un limón, no te preocupes, te revelaremos la mejor manera de prepararla:
El primer paso es lavar el limón y posteriormente colócalo en el congelador hasta que éste se congele. Después de que el limón está congelado, tritúralo o ráyalo y espolvorea en tus platillos o bebidas favoritas.